· Sin idea cuál es su papel histórico en el quehacer político mexicano; en cambio, son progresistas de clóset.
· Para el líder perredista Raúl Flores, los “sentimientos de morena” son propuestas pobres, demagógicas y falta de originalidad
El presidente del Partido de la Revolución Democrática en la Ciudad de México, Raúl Flores, calificó el documento de Morena rumbo a la Asamblea Constituyente denominado “Sentimientos de la Ciudad”, como una propuesta pobre, demagógica y falta de originalidad, basada en la necesidad de anclarse al pasado (¿priista?) ante la ausencia de propuestas reales para los integrantes de una sociedad plural, abierta y liberal como la de la Ciudad de México.
“Se creen herederos de Morelos pero acusan falta de originalidad. Las condiciones en las que Morelos lanzó Los Sentimientos de la Nación nada tienen que ver con el México de ahora y lo único que resalta es la necesidad de los dirigentes de Morena de atarse en el pasado al no tener prácticamente nada que proponer”.
En pocas palabras, Raúl Flores, quien se ha convertido en el principal recalcitrante en contra del modus vivendi de los morenistas pejistas, no tienen idea del papel histórico que están jugando en el quehacer político de la nación. Quieren hasta apropiarse de hechos históricos como si hubieran ocurrido hace unas horas.
El dirigente del PRD capitalino pidió revisar con cuidado las plataformas programáticas que registraron los partidos ante el Instituto Nacional Electoral (INE) antes del arranque del proceso de elección de los asambleístas constituyentes para darse cuenta de que lo que Morena llama propuesta aglutinadas en “sentimientos” en realidad son como mandamientos que a la gente de Andrés Manuel López Obrador le gustaría aplicar a rajatabla sin pedir la opinión de la gente. Un criminal arrebato, sin sentimientos de lo que está tratando de emular.
“Yo no escuché que pusieran a consideración de la ciudadanía su documento, más bien parece como una especie de catecismo que hay que seguir al pie de la letra y ese tipo de cosas resultan de verdad de risa loca en una sociedad abierta como la nuestra. Esos mandamientos muestran una pobreza de origen que es inconcebible”.
Para el líder del perredismo en la Ciudad más poblada del planeta, la propuesta de Morena rumbo al constituyente se queda corta al remitirse sólo a conceptos, pues a diferencia de lo que están haciendo las mujeres y los hombres del PRD que formarán parte de dicha asamblea “no están trabajando ni mucho menos pronunciándose a favor de la exigibilidad de los derechos ya existentes de las personas, y plantear lugares comunes es muy lamentable”.
Raúl Flores dijo que afortunadamente el debate sobre los temas que contendrá la Constitución de la Ciudad de México se está convirtiendo en un momento de definiciones en donde se mostrará la verdadera cara de Morena.
“Son progresistas de clóset porque en el momento que se pronuncien abiertamente contra el matrimonio igualitario seguramente saldrá Andrés Manuel con un pañuelo blanco en la cabeza a decir que eso atenta contra el valor de la vida, lo que sería un discurso terrible”.
Asimismo marcó como ejemplo de las diferencias entre las propuestas de Morena y el PRD el tema del combate a la corrupción.
“Morena propone poner un fiscal anticorrupción, que es precisamente lo que quiere el poder. Nosotros lo que estamos proponiendo es que haya un procurador de la ciudad, un fiscal electo por la gente para que su fuente de legitimidad o legalidad no dependa de otro poder; que combata la corrupción, sí, pero que sobre todo imparta la justicia. Porque con la figura del fiscal anticorrupción lo que está tratando de gestionar Morena para la clase política es la oferta de Andrés Manuel sobre la amnistía, que lejos de buscar verdadera justicia lo que busca es congraciarse con la bola de corruptos que va encontrando a su paso”.
Finalmente, para el también vicecoordinador del Grupo Parlamentario del PRD en la Asamblea Legislativa (ALDF) una fiscalía anticorrupción de Morena al estilo Ricardo Monreal es el típico mensaje del modelo priista de hacer política en donde “yo te nombro para que me sirvas y me justifiques”, es decir, un fiscal a modo, un fiscal de consigna, un fiscal al servicio de la Mafia del Poder de la Izquierda, donde el fiscal aparecería como simple gestionador de la corrupción y de la amnistía ya declarada por Andrés Manuel López Obrador a sus hasta ahora enemigos políticos.
Es por eso que se llega a la conclusión: Morena (¿¡priista!?), de risa loca.